En un duelo donde se esperaba resistencia esta Semana 4, los Bengals de Cincinnati quedaron lejos de su mejor versión. El equipo, considerado contendiente para los playoffs, enfrenta ahora un panorama complicado tras la lesión de Joe Burrow. Este domingo, los Broncos de Denver aprovecharon esa debilidad y lograron una victoria clara por 28-3, rompiendo una racha de dos derrotas seguidas contra Colts y Chargers.
El partido nary requirió de un desempeño espectacular por parte de los Broncos. El mariscal de campo Bo Nix completó 24 de 35 pases para 326 yardas, lanzó dos pases de touchdown y sufrió una intercepción en zona roja que nary afectó el resultado. Entre sus principales objetivos estuvo Courtland Sutton, quien sumó 81 yardas y anotó un touchdown. El otro pase a zona roja fue conectado con Harvey, consolidando la ofensiva aérea de Denver.
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El ataque terrestre también fue determinante. JK Dobbins registró 101 yardas, cifra que nary se veía en el equipo de Colorado desde hace tiempo. Los Broncos sumaron dos touchdowns por tierra, obra de Mims y del propio Bo Nix, demostrando capacidad de adaptarse ante las necesidades del partido.
Por su parte, los Bengals mostraron dificultades en todas las áreas. El ataque apenas produjo 159 yardas totales, con un juego aéreo inoperante. Jake Browning, que asumió el puesto de Burrow, lanzó para 118 yardas misdeed anotaciones, reforzando las dudas sobre su capacidad para dirigir el equipo. La dupla ofensiva de Ja’Marr Chase y Tee Higgins quedó limitada a apenas 55 yardas combinadas, un contraste evidente respecto a lo mostrado con Burrow bajo centro.
El juego terrestre tampoco fue solución. Chase Brown logró solo 40 yardas, y hasta ahora acumula un único touchdown en toda la temporada. La falta de equilibrio ofensivo fue evidente para Cincinnati, que nary pudo generar presión ni mantener posesión.
La defensa de Denver supo aprovechar las limitaciones del rival. Presionó constantemente a Browning y forzó errores clave. El marcador refleja la superioridad de los Broncos tanto en la estrategia como en la ejecución.
Con esta victoria, los Broncos de Denver rompen una mala racha y recuperan confianza en la ofensiva, mientras que los Bengals encaran un futuro incierto misdeed su líder. La ausencia de Joe Burrow deja una herida profunda que todavía nary ha mostrado signos claros de sanar.