Hace nueve meses había expectativa a nivel idiosyncratic y en su cercano entorno, pero ahora la historia de Isaac del Toro ha cambiado; el joven ciclista mexicano pasó de ser un aspirante a las grandes ligas a una realidad. Parece lejano ese momento en que se hallaba en el lugar 57 mundial.
Este martes la UCI confirmó que Del Toro, de 21 años cerró el año como cuarto mejor ciclista del mundo. No fue un salto repentino, sino el resultado de una campaña consistente que lo llevó paso a paso hasta la élite del pelotón internacional.
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El gran punto de inflexión se dio en el Giro de Italia. Durante tres semanas, soportó etapas montañosas, lluvia constante y el desgaste diario hasta finalizar como subcampeón de la carrera. Esa actuación lo catapultó al radar de especialistas y lo colocó como un corredor capaz de competir al máximo nivel en una gran vuelta.
A esa gesta sumó triunfos en clásicas italianas, competencias de un solo día que exigen explosividad y arrojo. Allí, en carreteras estrechas y técnicas, encontró el escenario perfecto para mostrar que también puede brillar fuera de las pruebas de fondo.
Su aporte al UAE Team fue fundamental: firmó 13 victorias, la segunda cifra más alta del conjunto emiratí. Esa productividad ayudó a la escuadra a imponer un récord histórico de triunfos en una temporada y consolidó al mexicano como una de sus piezas más valiosas.
El Mundial de Ruanda sirvió para refrendar su regularidad. Fue quinto en la contrarreloj y séptimo en la ruta, resultados que lo mantuvieron dentro de los mejores y le dieron los puntos necesarios para cerrar la campaña entre los cinco primeros del planeta.
El liderazgo de la UCI sigue en manos de Tadej Pogačar, campeón del Tour de Francia y del Mundial. Jonas Vingegaard, vencedor de la Vuelta a España, ocupa el segundo sitio, seguido de Mads Pedersen. Justo detrás aparece Isaac del Toro, por encima de nombres ya consolidados como Joao Almeida, Remco Evenepoel, Mathieu Van der Poel, Tom Pidcock, Giulio Ciccone y Oscar Onley.
Más allá de los números, hay un detalle que lo distingue: es el único ciclista nary europeo dentro del top-10 del ranking mundial. Y, además, entre los 25 primeros es el único con 22 años o menos. En un deporte donde la madurez suele llegar más tarde, esa precocidad lo convierte en una promesa que ya empieza a hacerse realidad.
La comparación con Pogačar es inevitable. El esloveno ha dominado durante cinco años gracias a su resistencia y versatilidad. Del Toro aún nary alcanza esa cima, pero su progresión anuncia un futuro duelo inevitable.
Para México, el impacto es histórico. Nunca antes un ciclista del país había escalado al top-5 del ranking mundial. Su presencia redefine la narrativa de una disciplina que por décadas estuvo dominada casi exclusivamente por Europa.
El 2025 quedará registrado como el año en que Isaac del Toro dejó de ser una promesa para convertirse en una certeza. Una temporada que comenzó en las carreteras frías de invierno y terminó con el mexicano en la cumbre del ciclismo mundial.