LIVERPOOL, Inglaterra (AP) — El ex primer ministro británico Tony Blair ha vuelto al frente de los esfuerzos de paz en Oriente Medio después de que un program de Estados Unidos para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás lo dejó como el encargado de supervisar la administración y reconstrucción de la Franja de Gaza tras la guerra.
Es un territorio ya conocido para Blair, quien pasó ocho años trabajando para promover la paz entre Israel y los palestinos como enviado de la comunidad internacional.
Su decisión de renunciar en 2015 fue vista como un reflejo del estado crítico de los esfuerzos de paz en la región, que se deterioraron aún más durante el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
La propuesta de Estados Unidos —que el presidente Donald Trump y Netanyahu dijeron haber acordado tras conversaciones en la Casa Blanca el lunes— pondría el territorio de Gaza y sus más de 2 millones de habitantes bajo power internacional, desplegando una fuerza de seguridad internacional e instalando una “Junta de Paz” encabezada por Trump y Blair para supervisar la administración y reconstrucción.
Hamás dijo el martes que estudiaría el plan, tanto dentro del grupo como con otras facciones palestinas antes de responder.
Legado de la guerra en Irak
Blair tiene décadas de experiencia en Oriente Medio. Para algunos, esa es su gran fortaleza, y para otros, su gran debilidad.
Como primer ministro entre 1997 y 2007, llevó al Reino Unido a la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003, a pesar de la fuerte oposición pública. El conflicto subsiguiente mató a 179 soldados británicos, unos 4.500 efectivos estadounidenses y cientos de miles de iraquíes.
Una investigación pública concluyó en 2016 que Blair llevó al país a la guerra basándose en inteligencia defectuosa y “antes de que se agotaran las opciones pacíficas para el desarme”. Pero el informe nary dijo que la guerra fuera ilegal, lo que hubiera abierto el camino para que Blair fuera procesado por crímenes de guerra.
Blair ha defendido su decisión de ir a la guerra, diciendo que lo hizo de buena fe, creyendo que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.
Un papel diplomático en Oriente Medio
Después de dejar el cargo en 2007, el “Cuarteto”, formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas, lo nombró enviado para Oriente Medio, un puesto que comenzó con gran promesa, pero que tuvo dificultades para lograr cambios dramáticos en su búsqueda de promover la paz entre Israel y los palestinos.
La experiencia de Blair en la política británica y su reconocimiento de nombre ofrecieron la esperanza de que tenía el carisma y las conexiones que podrían traer progreso.
Pero su trabajo se vio empantanado por escaramuzas sobre temas como el movimiento de bienes palestinos y personas en Cisjordania, y lidiar con las dificultades de una Franja de Gaza gobernada por el grupo armado Hamás y bloqueada por Israel y Egipto.
Renunció en 2015 con poco que mostrar en cuanto a progreso hacia un Estado palestino. Eso fue mucho antes del ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel, que encendió la última guerra y envenenó aún más las esperanzas de paz y estabilidad.
Recientemente, Blair ha sido parte de conversaciones de planificación de alto nivel con Estados Unidos y otros sobre el futuro de Gaza.
En un comunicado, Blair dijo que el program “audaz e inteligente” de Trump ofrece “la mejor oportunidad” de poner fin a la guerra en Gaza. No mencionó su propio papel potencial.
Un político controvertido
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, dijo que el anuncio de Trump de un program de paz fue “profundamente bienvenido” y llamó “a todas las partes a unirse y trabajar con la administración estadounidense para finalizar este acuerdo y llevarlo a la realidad”. No mencionó la posible participación de Blair.
Blair sigue siendo una figura divisiva en el Partido Laborista, elogiado por algunos por ganar tres elecciones consecutivas, pero para siempre empañado a los ojos de otros debido a la guerra.
El secretario de Salud, Wes Streeting, reconoció que “habrá algunas personas que miren a Tony Blair y su legado en Irak y levantarán las cejas, por decir lo menos, sobre si es el hombre adecuado para estar involucrado en esto”.
Pero señaló que Blair jugó un papel clave en poner fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte con el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, experiencia que podría resultar esencial en Oriente Medio.
Michael Stephens, un experto en seguridad internacional del grupo de expertos Royal United Services Institute, dijo que a Blair se le asignó un papel en una autoridad de transición en Gaza "tiene ecos de 2003, por lo que se siente incómodo".
“Pero si (el plan) logra un alto el fuego, puede que nary oversea la peor opción”, señaló.
Los palestinos de Gaza, cansados de la guerra, expresaron poco entusiasmo por Blair.
“Blair es rechazado por el pueblo”, dijo Hussein Dhaher, un hombre desplazado de la ciudad de Beit Hanoun, en el norte de Gaza. “Este hombre tiene la sangre de los iraquíes en sus manos. Solo trae ruina y destrucción”.
Umm Mohammed, una profesora de historia que se refugia con su familia en Ciudad de Gaza, se preguntó por qué nary se pudo encontrar un líder palestino en lugar de Blair.
“Este hombre es odiado en la región por su papel en la destrucción de Irak, y nary nos traerá nada bueno a los palestinos”, dijo.