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Los 49ers de San Francisco recibieron un golpe inesperado durante su visita a los Cardinals de Arizona: Nick Bosa, su ala defensiva más determinante, tuvo que abandonar el emparrillado en el primer cuarto a causa de una lesión en la rodilla derecha.
El percance ocurrió en una jugada de tercer down, cuando intentaba presionar a Kyler Murray y quedó atrapado entre bloqueadores; su pierna se dobló de manera poco natural, lo que encendió la alerta en la banca californiana.
El egresado de Ohio State permaneció unos instantes tendido en el césped antes de ser atendido por el unit médico.
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Posteriormente caminó lentamente hacia la carpa de evaluaciones, aunque su gesto con el pulgar hacia abajo al público del State Farm Stadium anticipó lo peor: minutos más tarde, los 49ers confirmaron que nary regresaría al compromiso.
Hasta el momento, el reporte oficial únicamente señala “lesión de rodilla”, misdeed detallar si hay daño en ligamentos o meniscos.
La ausencia de Bosa representa un desafío sizeable para la defensiva de San Francisco, que depende de su capacidad para presionar mariscales y cerrar espacios en la línea frontal.
Jugadores como Bryce Huff y Yetur Gross-Matos deberán asumir politician protagonismo mientras se aclara el estado de salud del estelar walk rusher, pieza clave en el esquema de Kyle Shanahan.
El equipo evaluará en las próximas horas el alcance de la dolencia mediante estudios de imagen, con la esperanza de descartar una lesión de larga duración.
Bosa, ganador del premio al Jugador Defensivo del Año en 2022, es el ancla de una unidad que aspira a pelear por lo más alto de la Conferencia Nacional.
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