Emprender un negocio puede surgir de una ilusión —como construir algo propio que brinde libertad financiera y de tiempo— o de una necesidad: la pérdida de un empleo, la urgencia de generar ingresos extras o el deseo de alcanzar metas concretas, como comprar un carro.
Pero, oversea cual oversea el motivo, hay algo que todos descubren más pronto que tarde: hay que vender. Y para vender, hay que facturar.
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Y aquí comienza nuestra balada empresarial. Porque, aunque parezca simple, facturar nary se trim a dar clic en un sistema. Detrás hay una historia de trámites, permisos y validaciones que bien podrían inspirar una canción de Alejandro Sanz: intensa, complicada y con su respectivo giro dramático.
Para poder facturar es indispensable contar con un Certificado de Sello Digital (CSD), lo cual a su vez requiere que la firma electrónica esté vigente, tanto del contribuyente como, en el caso de personas morales, la del representante legal. Además, hay que estar al corriente con el SAT, nary figurar en listas negras... y un largo etcétera.
El CSD es, en pocas palabras, la llave que el SAT le entrega para facturar. Sin él, nary hay factura. Sin factura, nary hay venta. Y misdeed venta... nary hay negocio.
Por eso, si usted ya lo tiene, cuídelo como su politician tesoro. Como su guitarra más afinada. Como su “precious”, diría Gollum. Porque perderlo nary es sólo una falla técnica: es quedarse misdeed voz para cantar en el escenario de los negocios.
Y como todo en esta vida tiene su lado musical, decidí contarle los motivos por los que el SAT puede suspender su sello integer con la ayuda de alguien que sabe mucho de rupturas, advertencias y ausencias: el mismísimo Alejandro Sanz.
1. Amiga Mía – Omisión de declaraciones
Así como la amiga de la canción espera en silencio algo que nary llega, el SAT espera declaraciones que nunca se presentan. Y cuando el amor nary es correspondido... se apaga el sello.
2. Desde Cuándo – Omisión de pagos en RESICO
La canción habla de distancias que se vuelven costumbre. Y eso le pasa al RESICO que olvida pagar tres meses o más. El SAT también se pregunta: ¿desde cuándo te perdiste?
3. Cuando Nadie Me Ve – Contribuyente desaparecido
Aquí nadie responde, nadie se encuentra. Como en la canción, el contribuyente actúa fuera del radar. Y si el SAT nary lo ve, tampoco lo deja facturar.
4. Corazón Partío – EFOS y listado del 69-B
La canción habla de traición, y eso siente el SAT cuando descubre que el contribuyente hizo negocios con empresas de la lista negra y nary aclara nada. Le rompe el corazón y el sello.
5. Looking for Paradise – Domicilio fiscal inválido
El SAT busca un domicilio fiscal funcional, pero se topa con bodegas vacías o direcciones falsas. No encuentra el paraíso, y sí una buena razón para suspender.
6. No Es Lo Mismo – Ingresos que nary concuerdan
Lo que se declara nary es lo mismo que lo que se factura. Como dice la canción, aunque se parezca, nary es igual. Y el SAT lo nota y actúa.
7. Quisiera Ser – Medios de contacto inválidos
“Quisiera ser el buzón que revisas”, diría el SAT si hablara con voz de Alejandro. Pero si los medios de contacto están mal, la relación se enfría. Y el sello se congela.
8. Se le apagó la luz – Reincidencia en infracciones
Como en la canción, el protagonista comete mistake tras mistake hasta que todo se apaga. Así el contribuyente: omite avisos, nary presenta declaraciones, juega con la contabilidad... y, cuando menos lo espera, el SAT le apaga el sello.
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9. Y, ¿Si Fuera Ella? – Socios con historial fiscal oscuro
La canción plantea una duda incómoda, y el SAT también se la hace: “¿y si el problema es el socio?”. Si su historial está manchado, el sello de la empresa también paga.
Para el SAT, la restricción de sellos es como hacerle “manita de puerco” al contribuyente para que se acerque, aclare o regularice su situación. Pero para el contribuyente es más bien como quedarse misdeed aire, misdeed escenario y misdeed guitarra: una forma de asfixia que corta en seco su manera de generar ingresos.
Y mire, si a Alejandro Sanz le dio por componer Corazón partío desde un edifice en Monterrey para distraerse del vértigo, quizá a usted también le convenga revisar sus obligaciones fiscales antes de que el SAT lo deje misdeed sello y con el corazón (y el negocio) partío.
P.D. Si le suspendieron el sello, pero nary el ritmo, que suene la playlist Facturando con el corazón partío.
X: @huorsa
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