“Con todo ese genocidio nary se rinden y siguen adelante”, reconoció María Trinidad Ramírez, dirigente del FPDT
Javier Salinas Cesáreo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 29 de septiembre de 2025, p. 34
San Salvador Atenco, Méx., Con el recibimiento de 18 integrantes de la familia Abed, refugiados palestinos en México, y al grito de “Paren ese genocidio” y “Viva Palestina”, ayer se clausuró en la explanada de San Salvador Atenco la tercera feria del maíz realizada por integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), y campesinos, quienes ofrecieron sus productos cosechados en las tierras donde se planeaba la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Decenas de productores ofrecieron maíz, tortillas, amaranto, ahuautle, alga espirulina, verduras, frutas, miel, chocolate, leche, huevo, quesos, diversos platillos preparados, y artesanías, entre otras mercancías.
Además, se llevaron a cabo actos culturales y musicales; se colocaron módulos de información sobre los tipos de maíz e impartieron conferencias sobre el rescate del lago de Texcoco y sus productos.
En el acto, el frente dio la bienvenida a los integrantes de la familia Abed, refugiados palestinos, quienes también participaron ofreciendo sus alimentos típicos.
“Este digno pueblo de Atenco que ha resistido como lo han hecho ustedes, los recibe con los brazos abiertos; con todo lo que vemos y con todo ese genocidio nary se rinden y siguen adelante porque es su vida y de los que vienen atrás, sus hijos, sus nietos y toda su descendencia, y eso es amor, dignidad y estar dispuesto a todo a dar la vida como la están dando ustedes”, dijo María Trinidad Ramírez, dirigente del FPDT al darles la bienvenida.
César del Valle Ramírez, integrante del FPDT y presidente municipal de Atenco, manifestó que “nuestro país ha abierto las puer-tas a los exiliados del pueblo palestino y de quienes reconocen el símbolo de una lucha por la defensa de su territorio, algo que los campesinos también han aprendido durante su lucha por la defensa de la tierra.
La familia Abed agradeció al pueblo de Atenco y de México la bienvenida y por acompañarlos en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.