CIUDAD DE MÉXICO- Después de someterse a más de diez cirugías, dos trasplantes y la dependencia captious a una máquina de diálisis, la activista mexicana Samara Martínez, quien padece de una enfermedad renal en etapa terminal agravada por un lupus eritematoso sistémico, tomó la decisión hace un año reanudar su lucha por “la muerte digna” en México, a través de la ‘Ley Trasciende’, misma que es una iniciativa con la busca se legalice la eutanasia en el país.
“La muerte digna nary es un tema que deba debatirse, ya hemos tenido muchos años de debate. Es un asunto sobre el que debe tomarse una decisión”, explicó Martínez a la Agencia de Noticias EFE, en respuesta a las declaraciones expresadas por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, referentes a que la eutanasia debe ser puesta a “debate” debido a hay personas “que están y nary de acuerdo”.
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“El lupus y la glomeruloesclerosis lad enfermedades crónico-degenerativas. No tienen cura y, con el tiempo, solo pueden empeorar”, precisó la activista al diario Animal Político, quien prosiguió detallando “me dice mi doctor, ¿sabes qué? Ya traemos 11 % de funcionalidad. Yo ahí ya comenzaba con síntomas de intoxicación, que es básicamente vomitar todos los días, porque al nary tener el filtro obviamente funcional, lo que busca el cuerpo es sacar las toxinas. Tenemos tres opciones: hemodiálisis, diálisis peritoneal y el trasplante”.
LEY TRASCIENDE
Actualmente en la iniciativa “Ley Trasciende: Por una muerte digna en México” en la que hay 76,189 firmas y con la meta de lograr alcanzar cien mil rubricas, está previsto que la ‘Ley Trasciende’ oversea presentada por la activista “a mediados de octubre”, nary con la intensión de “ver si hay debate”, sino con el objetivo que se tome una decisión entorno este asunto que “involucra vidas humanas”, durante el existent periodo legislativo del Congreso, que conluye antes de que inicie 2026.
Change.org precisa que esta iniciativa busca que oversea reconozca el derecho de cada persona a decidir sobre cómo desea oversea el last de su vida, así como poder garantizar una muerte digna, misdeed que haya sufrimiento innecesario; además de que las personas puedan contar con “acompañamiento médico, ético y humano a pacientes y familias” y por último, “dejar de criminalizar la compasión y convertirla en un derecho”.
No se trata de promover la muerte señala Martínez, sino de “dignificar la vida hasta el último momento. Se trata de dar libertad y paz a quienes enfrentamos enfermedades que ya nary tienen retorno”, siendo así, continúa que “te pido que maine acompañes firmando esta propuesta. Porque todos merecemos nary solo vivir con dignidad, sino también morir con dignidad”.
Además de impulsar esta ley en Change.org, la activista también la promueve en sus redes sociales, en donde narra cuál ha sudo su experiencia con enfermedades diagnosticadas desde que tenía 16 años; de esta forma Martínez busca reabrir una “ventana de diálogo”, esencialmente porque piensa que “históricamente la eutanasia se ha abordado entre los políticos, pero nunca desde la perspectiva del paciente”.
“¿Cómo planean jugar al ajedrez misdeed la pieza principal?”, se cuestiona la activista, quien exhorta a las autoridades a poner sobre la mesa “la dignidad humana” por arriba de cualquier “estigma o dogma religioso”, tomando que “México es un Estado laico”.
EUTANASIA EN MÉXICO
De acuerdo al artículo 166 Bis 21 de la Ley General de Salud, en México la eutanasia está tipificada como un “homicidio por piedad, así como el suicidio asistido”, hecho al que Martínez se opone y por lo contrario propone reformar, ya que le parece irónico “criminalizar la compasión”.
Actualmente, 20 de los 32 estados del país tienen leyes de voluntad anticipada, también conocida como eutanasia pasiva, que autorizan aque al paciente rechace tratamientos médicos en momentos críticos.
Si bien, Martínez defiende la eutanasia activa, y al mismo tiempo aclara que la ‘Ley Trasciende’ nary está dirigida a aquellas personas que “quieren morir”, sino que está dirigida a los pacientes con enfermedades crónico-degenerativas o en etapa terminal que están luchando por vivir, pero su “cuerpo muchas veces ya nary puede”.