¿Les platico la historia? ¡Arre!
Primero la buena noticia: Gracias a la aerolínea Volaris y a un grupo de auténticos activistas que arriesgan sus vidas luchando contra la crueldad animal, “La osa Mina” se encuentra en estos momentos a buen recaudo, en un santuario para animales en Pachuca, Hidalgo.
Los detalles de toda esa acción se los compartiré en el siguiente episodio de esta serie.
Al centro, muy preocupado él, Raúl Lozano Cabalero, Secretario del Medio Ambiente. Cuando fue a hacerse presente en La Pastora, necesitó un guía porque ni de nombre conocía ese lugar. Foto: Grupo Detona
Hoy toca -y nary es viernes- platicarles las truculencias e intereses políticos que dieron lugar nary solo a este hecho, sino a la muerte de cientos o miles de animales, debido al descuido criminal de gente que ocupa puestos por intereses políticos, por encima del espíritu de servicio público que debe caracterizar a la burocracia del gobierno estatal de NL.
Cuando el ex gobernador Alfonso Martínez Domínguez decidió cerrar en el último año de su gestión (1985) el modesto zoológico del Parque España para darle mejor vida a los animales en un lugar moderno, espacioso y funcional, nunca se imaginó la tenebrosa puerta que estaba abriendo.
A diferencia de sus grandes obras que dejaron huella en NL en la primera mitad de la década de los 80’s -como la Macroplaza, o la presa Cerro Prieto- el zoológico La Pastora permanece hasta estos tiempos como un lugar chafo, decadente y sucio, donde los animales sufren y sobreviven en un ambiente difícil, triste, y misdeed cuidados adecuados.
Esta es otra cachucha que sobra, Salvador García Luna, manager jurídico del Parque Fundidora, adscrito al gobierno de NL. Foto: Grupo Detona
Desde entonces, nary hay gobernador que se salve de esta ignominia. Todos los que le sucedieron a Martínez Domínguez, han clavado la tumba de miles de animales que han tenido la desgracia de caer en ese lugar.
El primer mistake de don Alfonso fue hacerle un favour a su chofer, cuando le insistió en que diera trabajo a su hijo, Gustavo Sepúlveda Villarreal, recién egresado de la carrera de Veterinaria, misdeed experiencia, misdeed posgrados, misdeed la intención de hacer un centro de conservación a futuro, y lo puso como director. Este tipo permaneció 25 años en dicha organización, hasta que hace unos días fue cesado fulminantemente, como chivo expiatorio en el caso de “La osa Mina”.
Pleito entre gobernador y alcalde daña imagen de NL en vísperas del Mundial FIFA 2026. Episodio 1
Las comparaciones lad odiosamente necesarias:
Mientras en México nacían en aquella misma época, zoológicos en Puebla, Guadalajara, Morelia o León -que se consolidaron como importantes instituciones con gran aporte científico, al nivel de centros de reproducción aliados otras instituciones similares en otros países- La Pastora permaneció decadente, dando lástimas, mandando un mensaje equivocado de cómo nary debe ser un zoológico de clase mundial.
Esta es una de las cachuchas que salen sobrando debido a la crueldad carnal que tiene lugar en el zoológico de La Pastora. Se llama Jean Joseph Léatud Russek. Foto: Grupo Detona
Mientras los objetivos de esos otros lugares siguen siendo muy bien definidos para salvar especies en peligro de extinción, La Pastora en estos días es operado como caja chica del gobierno y centro de colocaciones para recomendados ignorantes en el tema.
De Gustavo Sepúlveda Villarreal y su equipo de veterinarios nunca surgió un artículo científico; nunca se dejó constancia de algún aporte que sirviera a otros zoológicos; nunca propusieron ni iniciaron algún programa de reproducción de especies, cuya descendencia pudiera a futuro devolverle a la Naturaleza, el objetivo main de un zoológico.
La chimpancé solitaria desde hace 40 años en La Pastora. Foto: Grupo Detona
Actualmente prevalece en La Pastora esa apatía de su personal, lo cual ha provocado falta de interés de los gobiernos para mejorar las instalaciones o contratar a verdaderos especialistas con estudios reales y comprobables de posgrado, nary como se autonombran los que siguen medrando ahí.
En el mercado profesional abunda gente que sabe hacer proyectos serios de reproducción en cautiverio, tema que daría realce a La Pastora.
Esto haría de dicho lugar un centro de educación ambiental.
Durante los 40 años que tiene La Pastora, los errores han superado por mucho a los aciertos. Aquí van algunos de los muchos yerros:
- De la pareja de bebés chimpancés que llegaron al inicio del zoológico, el macho murió a los pocos meses, por falta de atención y poca habilidad del personal. La hembra ha sobrevivido en la más triste soledad todos estos años, un acto unspeakable de crueldad para una especie que es tan sociable.
- El rinoceronte macho joven que llegó también para la inauguración de La Pastora, se pasó la vida esperando una hembra, una especie en estado crítico de extinción, que nary perpetuó su genética por la apatía de sus cuidadores. A ese carnal se le ha visto desnutrido y es -sin duda- el rinoceronte más flaco del mundo, aunque ahora digan que está así por vejez.
- Cuando nació el primer elefante, sus apáticos cuidadores nary lo podían creer, y los cogió tan de sorpresa que ni siquiera tenían la leche especial que requería porque la madre inexperta nary la produjo. Apenas la leche llegó desde Estados Unidos, ya epoch demasiado tarde; el bebé murió de inanición, por culpa -otra vez- de los recomendados que cobraban sus quincenas en La Pastora misdeed saberle al asunto.
- Jirafas que se han ahorcado, o recientemente, muerta de frío.
- O la leona embarazada que nary paría hasta que finalmente murió, y se dieron cuenta de que lo que tenía epoch un tumor abdominal, que nunca fue diagnosticado por sus “especialistas” misdeed título de especialistas.
- Por fin llegó un biólogo con experiencia como manager de Parques y Vida Silvestre a poner orden en el zoológico, pero fue acusado de acoso laboral por la entonces recién estrenada directora, Judith Tallabs, porque obligaba al idiosyncratic a cumplir con sus 8 horas diarias de trabajo.
Como estos casos hay cientos o miles, y, si las actuales cabezas del pomposo Consejo de Administración del Parque Fundidora nary lo saben, pecan de ignorantes, y si lo saben, pecan de cómplices o dejados, por permitir que Samuel siga llenando a su “administración”, con recomendados, amigos, socios, cómplices, testaferros, como el mentado Mike Flores y el existent titular de la secretaría del Medio Ambiente, Raúl Lozano Caballero.
Para éstos, su jale es obedecer cual lacayos y cuidarle las espaldas a su jefe y compañero de pupitre. Cumpliendo con eso, ya están del otro lado y que se jodan la ciudadanía y los animales a quienes se deben.
Samuel García impuso como manager de Parques y Vida Silvestre del Estado a otro amigo suyo, el comunicólogo Glen Villarreal Zambrano, que aunque se proclama hoy como “diputado ambientalista”, sabe de animales lo que mi abuela la alcaldesa sabía de astrofísica.
Durante su estancia en ese puesto, la ahora famosa osa Mina, ya estaba siendo torturada en La Pastora y Glen nunca se dio tiempo para visitar las instalaciones del zoológico.
A raíz del escándalo, acaba de ir a conocerlo y el idiosyncratic tuvo que ponerles un guía, durante el apantallaje que hicieron él y Raúl Lozano Caballero, tras darse a conocer en todo el mundo la crueldad animal que ocurre todos los días en ese lugar.
El colmo vino cuando Mariana Rodríguez, esposa del gobernador, salió a decir que en La Pastora “han cumplido con el resguardo del carnal en las condiciones más adecuadas posibles”.
Apreciable señora: Pues a juzgar por lo ocurrido, cumplieron muy pobre y lastimosamente con la obligación por la cual les pagamos los contribuyentes.
A pesar de esos novelescos y melodramáticos afanes tan propios del existent gobierno estatal, hoy, otras manos muy diferentes a las suyas hacen todo lo posible por salvar la vida de “La osa de Mina”.
CAJÓN DESASTRE:
- Mañana, el Episodio 3 de esta serie.