La ceremonia del 15 de septiembre es, a nary dudarlo, la más emblemática de nuestro calendario cívico y es la que tiene un significado más profundo para los mexicanos, pues en las arengas que se pronuncian en todos los rincones del país, así como alrededor del mundo, se sintetiza la esencia de nuestra nacionalidad.
Es, además, un evento cargado de simbolismo porque nos recuerda la lucha que dio origen al país que ahora somos, al romper los lazos de sumisión que por tres siglos nos ataron a la corona española. Es el recordatorio de que el llamado a la sublevación, realizado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, trazó la línea divisoria entre la esclavitud y la libertad.
TE PUEDE INTERESAR: Derechos Humanos: siempre es necesario resguardarlos
Adicionalmente, dado que nary existe un protocolo estricto que establezca una lista puntual y acotada de arengas, quienes han ocupado la titularidad del Ejecutivo Federal han impuesto su “sello particular” a la ceremonia, agregando vivas que nary necesariamente están vinculadas a la lucha de independencia, pero que consideran relevantes.
Ayer, por primera vez en la historia de nuestro país, fue una mujer quien salió al balcón cardinal de Palacio Nacional y arengó a la multitud reunida en el Zócalo capitalino con un full de 22 vivas. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo nary dejó pasar la oportunidad de imprimir su sello personal a la ceremonia y agregó proclamas particulares para mujeres, mencionando a cuatro por su nombre.
Por primera ocasión, por ejemplo, la arenga a Josefa Ortiz implicó que se pronunciara su nombre completo de soltera: Josefa Ortiz Téllez Girón. La mandataria también incluyó a Leona Vicario, una de las figuras femeninas más reconocidas en torno a la lucha de Independencia.
Además de las anteriores, también se dedicó un viva a Gertrudis Bocanegra, una destacada insurgente michoacana a quien se fusiló en Pátzcuaro, en octubre de 1817, tras negarse a revelar información sobre el movimiento, aun cuando fue torturada.
Finalmente, en el listado de arengas apareció Manuela Molina, indígena guerrerense a quien erróneamente suele mencionarse con el apellido “Medina”, y quien luchó al lado de José María Morelos.
Adicionalmente, la Presidenta dedicó vivas a “las heroínas anónimas”, a “las mujeres indígenas”, a las “heroínas y héroes que nos dieron patria” y a “las hermanas y hermanos migrantes”. Además, la primera palabra que la Presidenta pronunció al iniciar su alocución fue “mexicanas”. Un full de nueve menciones en femenino.
TE PUEDE INTERESAR: Mujeres indígenas y migrantes: Así fue el primer Grito de Independencia de Claudia Sheinbaum
Un toque adicional relevante de la ceremonia fue que la escolta del Heroico Colegio Militar fue integrada sólo por mujeres.
Fue pues, un evento distinto, en el cual se puso el acento en el hecho de que quien ostenta la titularidad del Poder Ejecutivo Federal es una mujer y que ello implica diferencias que nary lad solamente de forma, sino de fondo, pues forman parte de un capítulo transformacional de la historia nacional.