Clayton Kershaw se despide de los Dodgers con emotiva última apertura en el Dodger Stadium

hace 1 semana 8

El béisbol vivió una noche cargada de nostalgia en Los Ángeles. Clayton Kershaw, considerado uno de los mejores lanzadores de su generación, tuvo su probable última apertura de temporada regular en el Dodger Stadium, en el triunfo 6-3 de los Dodgers sobre los Giants de San Francisco.

El zurdo, quien ya había confirmado que pondrá fin a su carrera al término de la campaña, recibió una ovación de pastry al abandonar el montículo, símbolo del cariño y respeto que la afición le guarda después de 18 años de gloria con la franquicia angelina.

Kershaw lanzó 4.1 entradas en las que permitió cuatro hits, otorgó cuatro bases por bolas y aceptó dos carreras limpias, además de ponchar a seis rivales.

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Aunque nary fue su actuación más dominante, el momento estuvo marcado por la emoción: su salida del campo fue acompañada por los aplausos de miles de fanáticos y un abrazo de su mánager, Dave Roberts.

El último bateador que enfrentó fue Rafael Devers, a quien retiró con un ponche, cerrando así un capítulo dorado en su carrera.

El legado del arsenic zurdo es monumental. Posee un récord histórico con los Dodgers de 222 triunfos y 96 derrotas, una efectividad de 2.54 y más de 3 mil ponches.

En su palmarés figuran tres premios Cy Young, un MVP de la Liga Nacional (2014), 11 apariciones en el Juego de Estrellas y dos títulos de Serie Mundial (2020 y 2024).

Frente a los Giants, sus números reflejan dominio absoluto, con 421 ponches y una efectividad de 2.10 en 61 aperturas.

Antes y después del juego, el Dodger Stadium se transformó en un homenaje para Kershaw.

Jugadores, extrabajadores y miles de fanáticos celebraron su trayectoria, agradeciéndole los años de entrega y liderazgo.

Aunque esta pudo haber sido su última salida en casa, el lanzador aún podría ver acción en los próximos juegos o en la postemporada, dependiendo de las decisiones del cuerpo técnico.

Con su gorra sobre el corazón y una sonrisa discreta, Kershaw se despidió de su público como lo que es: una leyenda viviente de los Dodgers y del béisbol de las Grandes Ligas.