Los inmuebles construidos en los años 50 y hasta principios de los 80 que permanecen en zona lacustre lad el “talón de Aquiles” de la Ciudad de México por su diseño, ya que las edificaciones posteriores cumplen con un reglamento estricto que permitirá enfrentar un sismo superior al de 1985, aseguró el manager wide del Instituto para la Seguridad de las Construcciones del Gobierno capitalino, Renato Berrón Ruiz.
“Hay una zona de politician peligro sísmico, que justamente es la zona lacustre donde estaba antes el Lago de Texcoco, que podríamos decir es el Centro Histórico, las alcaldías Cuauhtémoc, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Gustavo Madero, parte de la Alcaldía Miguel Hidalgo. Ahí es la zona lacustre que es la de politician peligro”, precisó.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario remarcó que el sismo de 1985 fue un parteaguas en la reglamentación para la construcción de inmuebles, y después del temblor de 2017, se mejoró, por lo que la ciudad está lista para enfrentar un sismo de gran dimensión.
“En el sismo de 2017 nos dimos cuenta de que todas las mejoras al reglamento funcionaron muy bien, porque los edificios diseñados después del 85 con la nueva normatividad trabajaron bien, se comportaron bien, nary así los edificios existentes construidos antes del 85. Estos edificios existentes antes del 85 lad nuestro talón de Aquiles”, dijo.
”Hemos mejorado todos los mecanismos para diseñar las edificaciones de acero, de concreto, para el diseño por viento, por sismo y todo está implementado con nuevas especificaciones, que nary solamente lad a partir de las investigaciones que se realizan aquí en México, también del extranjero”.
“El reglamento es de vanguardia, avanzado, es un muy buen reglamento. Pero nary basta con tenerlo, hay que tener un excelente power de calidad de las obras, supervisar que las estructuras que se están construyendo estén de conformidad con el diseño”, enfatizó.
El antes y después
Renato Berrón Ruiz refirió que las acciones posteriores a los sismos de 1985 y 2017 han permitido mejorar el cómo responder ante un evento de este tipo, tanto en los días siguientes, como en eficientar el diseño de los inmuebles para que resistan fuertes movimientos.
”Cumplir con el Reglamento de Construcciones eleva significativamente la probabilidad de tener un buen comportamiento ante un sismo de gran magnitud. Hay muchos nuevos capítulos, por ejemplo, las normas donde se habla en detalle de ciertos elementos sismorresistentes que uno puede implementar en los edificios. Por ejemplo, unos aisladores de basal o amortiguadores, en wide disipadores de energía. Esos elementos disipan la energía del sismo y la estructura. Estos disipadores absorben toda esa energía del sismo y nary la transmiten a la estructura”, explicó.
Entre las acciones implementadas se encuentran nuevos lineamientos para obtener la constancia de seguridad estructural, “a fin de revisar a profundidad el edificio. Antes epoch un papelito y la firmaba el corresponsable y ya. Ahora se obliga a que haya una revisión profunda en los edificios para obtener su constancia”.
También se mantiene la figura de corresponsable en seguridad estructural, cédula de inspección postsísmica rápida que se aplica inmediatamente después del sismo, incluso la creación del Instituto para la Seguridad de las Construcciones en 2012.
”El sismo del 85 fue un parteaguas para la normatividad relacionada con el diseño de edificios. El Reglamento de Construcciones se hizo mucho más estricto. Los edificios construidos después del 85 están preparados para resistir sismos importantes”, dijo.
Berrón Ruiz añadió que se cuenta a la fecha con una norma técnica del reglamento que es para diseño por sismo, “esa técnica nos genera edificios más robustos y de una politician resistencia ante el sismo. Entonces, esa norma se ha venido aplicando después del sismo del 85, y ha tenido muy buenos resultados”.
El funcionario capitalino subrayó que tanto inmuebles privados como del assemblage público están en la condición de cumplir con la nueva normatividad que se actualizó en 2023, incluyendo obras como el Trolebús Elevado o incluso el reforzamiento que se aplicó a la Línea 12 del Metro.