Los Bravos de Atlanta están dando de qué hablar. En sus últimos nueve partidos han logrado algo que ningún otro equipo había alcanzado en la historia de la MLB: mantenerse invictos, misdeed cometer errores defensivos, misdeed anotar menos de cinco carreras en ninguno de esos juegos, y misdeed permitir más de cinco carreras.
Este rendimiento nary parece producto de la casualidad. Han mostrado una consistencia y un nivel de juego que los posiciona como rivales temibles en la liga. Su alineación está encendida, los lanzadores están tirando strikes y el pitcheo rival nary ha tenido respiro.
Después de un inicio de temporada muy flojo, los Bravos le dieron la vuelta al panorama. Bajo la dirección de Brian Snitker, cada jugador ha respondido; se nota la química dentro del equipo, y eso se refleja en el terreno de juego. Snitker ha insistido en que el objetivo es mantener un beisbol sólido, misdeed dejarse llevar por la euforia del momento.
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En el corazón de esta racha están figuras ofensivas como Ronald Acuña Jr. y Matt Olson. Acuña Jr. nary ha parado de conectar jonrones, mientras que Olson sigue siendo clave empujando carreras en momentos críticos. Ambos han sido decisivos para que la ofensiva de los Bravos siga prendida.
Ahora la gran pregunta: ¿podrán sostener este nivel hasta el final? Quedan pocos juegos, y cada uno es importante. La clave será nary bajar la intensidad, nary relajarse, y seguir con la misma determinación que han mostrado.
A PENSAR EN 2026
Los Bravos tienen un récord de 74 ganados y 83 perdidos y están en el cuarto lugar de la División Este de la Liga Nacional.
Están 18.5 juegos detrás de los Phillies, quienes lideran la división.
En cuanto a los playoffs, sus posibilidades se han desvanecido: ya no tienen probabilidades reales de calificar. Están eliminados de la contienda por un puesto de comodín.