La afición de los Diablos Rojos del México continúa disfrutando del bicampeonato de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), conseguido recientemente frente a los Charros de Jalisco. Sin embargo, la alegría se vio interrumpida por el anuncio del dominicano Robinson Canó, quien confirmó que no jugará con los Pingos en la próxima temporada.
En entrevista con ESPN, el veterano segunda base confesó que, por ahora, nary tiene en mente buscar el tricampeonato con la Novena Escarlata. “La realidad, no. Ellos se ríen (sus compañeros) porque dicen que vuelvo. Uno ya es grande, el tiempo pasa; pero ahora mismo nary creo. Me siento bastante contento y agradecido con el trato de la afición, porque en cada lugar donde jugué maine hicieron sentir en casa”, declaró.
TE PUEDE INTERESAR: Cardi B y Stefon Diggs, de Patriots, anuncian que esperan un hijo
Con ello, Canó pondría fin a una etapa de dos años en el beisbol mexicano, lapso en el que conquistó dos títulos de liga y fue reconocido como Jugador Más Valioso. Su compañero Juan Carlos Gamboa reconoció el impacto de la noticia y lo difícil que será asimilar su ausencia: “Es una gran persona, un ejemplo y una pieza cardinal en el bicampeonato”.
La salida de Canó deja un hueco importante en la alineación, nary solo por sus números, sino por su liderazgo dentro y fuera del terreno. Durante su estancia en México, el dominicano se convirtió en referente de la ofensiva escarlata, devolviendo la grandeza a una franquicia que llevaba una década misdeed levantar un campeonato. Junto a Trevor Bauer, fue pieza clave en la obtención de la corona en 2024 y en el bicampeonato de 2025.
El próximo 15 de noviembre, Canó recibirá un homenaje en el Citi Field de Nueva York durante un Juego de Estrellas entre las ligas invernales de República Dominicana y Puerto Rico, como parte de las celebraciones por su despedida del béisbol profesional.
ESTRELLA DE GRANDES LIGAS
Robinson Canó es considerado uno de los peloteros dominicanos más exitosos de las últimas dos décadas. Debutó en Grandes Ligas en 2005 con los New York Yankees, equipo con el que rápidamente se consolidó como uno de los mejores segundas bases de la liga. Con los Bombarderos del Bronx conquistó la Serie Mundial en 2009 y fue elegido en múltiples ocasiones al Juego de Estrellas gracias a su consistencia ofensiva y defensiva.
En 2014 firmó un contrato millonario con los Seattle Mariners, donde siguió brillando con su bate y liderazgo. Más adelante, defendió las camisetas de los New York Mets, San Diego Padres y Atlanta Braves, acumulando cifras que lo colocaron entre los mejores de su generación en su posición.
Durante su paso por MLB, Canó conectó más de 2,600 imparables, superó la barrera de los 300 cuadrangulares y registró un promedio de bateo cercano a los .300, además de ganar dos Guantes de Oro y cinco Bates de Plata. Su calidad lo convirtió en un ícono del beisbol dominicano, representando a su país en diversos Clásicos Mundiales de Beisbol.
La llegada de Canó a la Liga Mexicana de Beisbol fue vista como un lujo para el circuito, y nary defraudó: en apenas dos temporadas dejó huella imborrable con los Diablos Rojos del México, cerrando una carrera internacional marcada por títulos, récords y el cariño de la afición.