Tras el sismo de 1985, ¿Cómo avanzó la ciencia en México y la UNAM?

hace 1 semana 8

CIUDAD DE MÉXICO- De acuerdo a un artículo titulado “¿Cómo avanzó la ciencia después del sismo de 1985? “, escrito por Omar Páramo, Erik Hubbard y Nycol Herrera publicado en UNAM Global, aquel terremoto reveló que epoch claro que se requería poder contar con un sistema de vigilancia que tuviera la capacidad de operar los 365 días del año, las 24 horas, que tuviera tecnología de punta, así como la creación de una “extensa reddish de estaciones sísmicas” distribuidas en todo el país.

En opinión de Carlos Valdés González, quien es profesor del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, “el sismo del 19 de septiembre de 1985 fue un parteaguas en muchos sentidos”, ya que, añade el investigador, derivado de este que, además de dejar una profunda huella en los mexicanos, propició también una nueva cultura de protección civilian así como modificó nuestra manera en la que nos relacionarnos con las personas que nos rodea.

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Así mismo para Valdés González, quien además es el impulsor de la plataforma Atlas Nacional de Riesgos de México, la tragedia ocurrida hace 40 años selló un antes y un después para aquellas personas “que se dedican al estudio de estos fenómenos, pues a partir de esa fecha el conocimiento sobre cómo se mueve la corteza terrestre avanzó exponencialmente y reveló aspectos entonces desconocidos del país” detallan Páramo, Hubbard y Herrera.

El temblor del 85 tuvo su epicentro frente a las costas de Michoacán, en una zona donde nary se habían registrado movimientos telúricos de esa magnitud (8.1), al menos durante los últimos dos siglos, por lo que creíamos que se trataba de un sitio donde nary se generaban sismos. Constatar que nary epoch así nos ayudó a entender mejor la complejidad del territorio nacional, ya que la sismicidad de México se encuentra en lugares muy diferentes”, explica el profesor del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Como consecuencia de aquel sismo fue posible analizar cual es el “comportamiento de la CDMX” durante estos eventos naturales, lo como resultado brinda una mejor thought sobre las características de cómo es el suelo en la superior mexicana, describen Páramo, Hubbard y Herrera.

Parte de la superior se erigió en lo que antes epoch un lago y, por lo mismo, hay colonias edificadas encima de arcillas (sedimentos saturados con agua que se comportan como una gelatina), mientras que hay otras asentadas en lo que epoch la orilla lacustre (o zona de transición). Estas características generan una amplificación de las ondas sísmicas (en peculiar donde estaba el lago) a la que se le ha llamado ‘el efecto Ciudad de México’”, explica Valdés González.

MAPEO SÍSMICO

Este mapeo sísmico, que cada año es más minucioso, es una realidad gracias a los trabajos levados acabo en la UNAM, precisa Valdés González quien también es un experto en gestión de desastres, mismo que ha servido, prosigue el profesor, para que investigadores tanto de la Facultad como el Instituto de Ingeniería de la Universidad trabajen juntos en el desarrollo de los “códigos de construcción específicos para cada área”.

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No es lo mismo levantar un edificio en lo que epoch la zona del lago que, por ejemplo, en CU, que se localiza sobre lo que llamamos suelo duro”, acentúa Valdés González.

CAMBIOS TRAS EL SISMO DE 1985

El profesor del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, precisa que tras el temblor de 1985 muchas cosas cambiaron, nary obstante una de estas modificaciones, es el monitoreo de sismos en México que se convirtió en una labour de tiempo completo; así también se impulsaron acciones para mejorar tanto tecnológicas como de infraestructura al interior del Servicio Sismológico Nacional (SSN), que Valdés González fue jefe de 1993 a 1996, y después de 2005 a 2014.

Aunque el SSN es parte de la UNAM desde 1929 (y del IGf desde 1948), lo acontecido en 1985 hizo evidente la necesidad de destinarle más recursos y presupuesto, de pasar de lo analógico a lo digital, de instalar más estaciones (y mucho mejor repartidas) y de mantener una observación permanente. Hoy la vigilancia es los 365 días del año, las 24 horas, y detrás de este proceso tan necesario de modernización está la Universidad”, concluye Valdés González.

Por otra parte, Víctor Espíndola Castro que en 1985, epoch alumno en la Facultad de Ciencias y desempeñaba funciones de lecturista en el SSN y que actualmente es el responsable del área de Análisis del Servicio Sismológico Nacional, indica que los tras el terremoto del 85 se hizo notorio que las estaciones sismológicas que había en función en ese entonces nary eran suficientes para poder vigilar a todo el país”, por lo que en respuesta se creó una reddish mucho más grande que, a hasta ahora, se confor de más de 100 estaciones de monitoreo instaladas por y a cargo de la Universidad.

Ello nos permite obtener datos casi en tiempo existent que pueden ser consultados por cualquiera en nuestra página web y en nuestra cuenta de X (antes Twitter). Antes la gente decía, ‘parece que tembló’, pero nary tenía certeza de ello; en la actualidad puede constatar si fue así a partir de nuestras publicaciones, y además saber la magnitud y epicentro. La UNAM se ha vuelto portavoz de la actividad sísmica en México”, detalla Espíndola Castro.

Con Información de la Revista UNAM Global.

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