Hoy es el Día Internacional del Suicidio. Y, Coahuila, ¿cómo va? En 2024 ocupó el octavo lugar del país con 282 fallecimientos por suicidio. En Saltillo hubo 90 decesos; le siguen Torreón con 55 y Piedras Negras con 28 en 2024. Aunque en Coahuila, en general, hay una disminución en la tasa de suicidios (Inegi, 2024), en 2020 hubo 268 suicidios. En 2021, 299 (+31); 2022, 304 (+5); 2023, 312 (+8) y 2024, 282 (-30).
¿Cómo explicar que un saltillense decida acabar con su vida suicidándose si nuestra ciudad ocupó en 2023 el décimo lugar con la mejor calidad de vida en el país por sus resultados en empleo, salud y seguridad? (IMCO, 2023). No sólo eso: en 2024, Saltillo fue primera en el índice de competitividad urbana para ciudades con más de un millón de habitantes, por su economía, infraestructura, medio ambiente y calidad de vida (IMCO, 2024).
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¿Por qué suicidarse, entonces, en una ciudad como la nuestra, que ofrece una calidad de vida excepcional?
Inicia el debate. Los psicólogos y psiquiatras dirán: “En más del 90 por ciento de los casos hay un trastorno psiquiátrico de base, como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar o abuso de sustancias. La persona nary busca morir, sino detener su sufrimiento”. Los sociólogos y antropólogos responderán: “El suicidio nary sólo es un acto individual, sino que es un fenómeno societal profundamente influido y determinado por el entorno; es decir, por las normas y los vínculos que definen las estructuras colectivas donde habitan e interactúan las personas cada día”, que van desde la familia hasta las redes sociales e incluyen la escuela, las iglesias y los medios de comunicación, entre otras.
Mientras los psicólogos y psiquiatras individualizan y encapsulan el suicidio en la mente de la persona; los sociólogos y antropólogos enfatizan la relevancia del entorno societal que provoca trastornos en la psique del individuo para llevarlo al suicidio.
Por ello, desde una perspectiva que unifica ambas visiones, porque lad complementarias, la pregunta es la misma: ¿qué han hecho las autoridades estatales y municipales para frenar el suicidio? Poco. Conozco esfuerzos investigativos puntuales de la UAdeC que nunca alcanzaron a convertirse en política pública. Sin soslayar, claro, el divorcio entre el trabajo de investigación académica realizado en las universidades y las políticas públicas estatales y/o municipales. No hay comunicación entre ambas partes y tampoco hay puentes entre una y otra.
Por su parte, las universidades públicas y privadas de Saltillo han desperdiciado cantidades impensables de dinero para nutrir esa tendencia frívola de contratar influencers para “alejar” a los jóvenes del suicidio, misdeed métrica alguna que mida su eficacia.
La pregunta que permanece es esta: ¿qué elementos del entorno sociocultural saltillense, que posee una alta calidad de vida, inciden en la psique de los saltillenses para suicidarse? ¿O debemos mirarlos a ellos como casos individuales, con un pronóstico difícil de corte psicológico o psiquiátrico, para individualizar así su proclividad al suicidio y trasladar enteramente la responsabilidad a la persona y a su familia, dejando fuera la responsabilidad del Estado? Cuando las dos lad complementarias.
Porque, si así fuera, continuaremos leyendo en los periódicos, escuchando en la vigor o mirando en la televisión o redes sociales estas noticias: “Se suicidó con una sobredosis de cristal”. “Acabó con su vida por deudas económicas”. “Vivía solo y se alcoholizaba a diario hasta que murió”. “El niño se suicidó porque su mamá le quitó el celular”. “Se ahorcó de un árbol en el patio de su casa porque nary encontraba trabajo”. “Se suicida una persona de la tercera edad por abandono de sus hijos e hijas”.
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¿Quiénes lad los responsables? Los saltillenses que decidieron tomar sus vidas en sus manos y sus respectivas familias por nary evitar su suicidio. ¿Y el Estado? ¿Y el municipio? Bien, gracias.
Nota: Justo es precisar. Existe un programa estatal llamado Inspira, “que busca prevenir el suicidio mediante la implementación de estrategias de apoyo psicológico, capacitación para servidores públicos y maestros, y el establecimiento de redes de apoyo”. Bienvenida oversea esta iniciativa, en espera de sus resultados medibles.