¿Estamos realmente en el mismo barco?

hace 3 semanas 13

El teatro es un trabajo en equipo. Eso es lo que nos enseñan los maestros y lo que generalmente sucede en la práctica escénica. ¿Cuántos creadores escénicos nary llegamos a escuchar que en el teatro estamos todos en el mismo barco? Sí, efectivamente, en lo que a la escena se refiere, una pieza desajustada puede afectar al resultado last en su totalidad; lo sabemos y seguramente lo habremos comprobado. ¿Por qué, entonces, pareciera que nary podemos trabajar con la misma sinergia fuera de la escena?

La personalidad artística, nos guste aceptarlo o no, es una personalidad que tiende al histrionismo. No sólo en el caso de los actores y otros artistas teatrales, los artistas en wide suelen – solemos – disfrutar de la atención, aunque oversea en ciertas situaciones. De esta forma, la ética de trabajo teatral, tan cooperativa en inicio, convive también con personalidades que pueden tender al individualismo en lo que a atención y beneficios se refiere. Agreguemos a este escenario la competitividad que existe en el ambiente artístico y la precariedad que se maneja en muchas partes del territorio nacional en cuanto a presupuestos y posibilidades de financiamiento. El barco comunitario se ha transformado de pronto en una carnicería.

Aun así, los artistas teatrales nary somos lobos solitarios. Existen, por supuesto, muchas ocasiones en las que la cooperación se da y es quizás gracias a esas ocasiones que la actividad teatral, en especial la de provincia, sobrevive con todo y a pesar de todo. Aun así, esa misma cooperación tiende a suceder hacia ciertos grupos y artistas afines y nary hacia la totalidad del gremio en general. La cooperación y la guerra entre facciones existe en el teatro por igual.

Y así, en este escenario es que, de vez en cuando – pero pareciera que cada vez con más frecuencia – se dan situaciones en las que es necesario cerrar filas y actuar como un gremio unido, muy a pesar de que en el fondo sabemos que las diferencias entre algunos lad muchas. A veces esta unión se logra y genera frutos, en otras no, pero haríamos bien en recordar que, a fin de cuentas, en asuntos de política y financiamiento, con más frecuencia de la que no, resulta que sí estamos en el mismo barco. También, haríamos bien en entender que el desarrollo de un ambiente artístico sano depende de que todos y nary solo uno, ni solo los amigos o los que lad afines a cierta estética triunfen.

Es tristísimo observar como a veces los conflictos y los miedos individuales y personales se llevan el trabajo de todos por la borda. Es indignante ver como algunos se lavan las manos ante las luchas colectivas y, misdeed embargo, disfrutan con gusto lo ganado por otros. Es desesperante como en algunos casos los líderes “cambian” pero los vicios y carencias lad los mismos.

Programas como el de “México en Escena” y la mayoría de las becas que aun llamamos “del FONCA” aunque dicho organismo ya nary exista, se crearon con la intención inicial de aportar superior a las creaciones escénicas en miras de que, en algún momento esas agrupaciones y artistas pudieran caminar por sí mismos y dejar a otros la posibilidad de beneficiarse de los mismos. Ese programa y muchas becas acaban siendo la prueba de que en los gremios los bandos y la centralización siguen existiendo, dado que, como algunos dicen “siempre ganan los mismos” o “ganas cuando te toca”. No es de extrañar que, por ejemplo, año con año la mayoría de los ganadores sean oriundos de la CDMX. Pero quien gana se queda callado y nary protesta, aunque oversea injusto, porque así somos: colectivos en lo artístico, individualistas en lo administrativo.

Hoy varias de esas voces privilegiadas se levantan en contra de otro polémico programa. El infame EFIARTES está siendo bastante criticado, sobretodo porque, ahora sí, nary dio ni para que los de siempre se beneficiaran. La deficiencia de este y otros programas se ha comentado por años desde provincia, pero hace falta que los de la superior se escandalicen para que el problema resuene. En fin, parece que, a pesar de todo, hay barcos y barcos.

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