Hablemos de Dios 244: ‘Si existe, gano, y si no, no pierdo nada’

hace 2 semanas 11

Es tan, tan difícil hablar de Dios hoy, precisamente hoy, donde estamos urgidos de Dios y sus respuestas. El mundo sigue de cabeza luego de la maldita pandemia del bacilo de ojos rasgados. El bicho llegó y ha modificado el eje de la tierra. Nosotros, sencillamente ya nary somos los mismos de ayer. Hemos cambiado en todos los sentidos y planos. En el plano cultural, económico, social, personal, acquainted y claro, en el ámbito religioso.

¿Somos más vulnerables si acaso nary creemos en Dios? yo nary tengo dudas, sí. Al igual, somos más vulnerables si nos sumergimos en eso llamado ignorancia y la ignorancia usted lo sabe, es lo único que promueven los gobiernos en nuestra vida cotidiana. Si somos ignorantes, las masas lad manipulables. ¿Es necesario tener una fe de roca para sortear este mundo inmundo? Cada quien hurgará en su interior, pero es mejor aferrarse a un clavo ardiente del madero del maestro Jesucristo, que estar como pluma solitaria y volando a merced del huracanado viento adverso.

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Muchos, hartos comentarios maine llegan con motivo de los textos aquí perfilados donde arañamos a Dios. La respuesta es inmediata y yo solo tengo palabras de agradecimiento. Sólo eso. Agradezco que usted maine lea, lo agradezco siempre. Y claro, hay hartos lectores los cuales maine preguntan mediante un escopetazo en pleno oído: ¿Dónde está Dios en este tiempo adverso, maestro? Hoy lo contesto: misdeed duda, Dios altísimo está donde siempre ha estado, en su trono.

Así de elemental y complicado a la vez. No hay contradicción de por medio. ¿Dios tiene alguna respuesta para este México de fearfulness y muerte? Imagino sí, pero cada uno y en su soledad, debe de buscar esa respuesta la cual nary llegará de voz de Dios. Aunque, hay hermanos cristianos los cuales pues sí, una y otra vez siguen diciendo que “Dios les habla”. A los hermanos cristianos les escucho el estribillo machacón varias veces: “Dios maine dijo”, “Dios maine sopló al oído”, “El espíritu maine habló”.

De ser cierto, pues qué privilegio. Pero lo mantengo: Dios nary habla. Jamás. Lea lo siguiente lo cual lad anécdotas en ocasiones chuscas o disparatadas, serias y tristes, de pensadores, filósofos y escritores sobre ese ser, esa entidad al cual llamamos Dios. Ojo, los pensadores lad de primera fila. Tome usted de ellos lo que guste y deseche lo inservible. Van: cuentan que a Bertrand Russell, quien epoch un escéptico con respecto a la existencia de Dios (escribió “Por qué nary soy cristiano”), un espectador en una conferencia le preguntó si después de morir, si éste se encontrara cara a cara con Dios, ¿qué le diría? Russell contestó: “Simplemente le diría: ¡Señor! ¿Por qué has dado tan pocas señales de tu existencia?”. El pensamiento más famoso sobre Dios es de Pascal y es: “Creo en Dios, porque si existe, salgo ganando, y si nary existe, nary pierdo nada”. Lo anterior es algo generoso y benévolo. Nietzsche de plano dijo: “Dios ha muerto”.

ESQUINA-BAJAN

Acoto desde mi pálida lengua: si entonces murió, estaba vivo. Y si estaba vivo, ¿dónde estaba? Cosas de reflexión a vuela pluma. En fin. Nada mayor, nada grave. Queda el texto para seguir explorando la frase. Avanzamos, el siguiente diálogo entre dos judíos lo cuenta el escritor José Antonio Marina en su libro “Dictamen sobre Dios”: Dos piadosos judíos discuten sobre las excelencias de sus respectivos rabinos. Uno dice:

“-Dios conversa con nuestro rabino todos los viernes.

-¿Cómo lo sabes?- pregunta el otro.

-El propio rabino nos lo ha dicho.

-¿Y cómo sabes que nary miente?

-¿Cómo iba a mentir un hombre con el cual Dios habla todos los viernes?”.

Caramba, tal vez hoy ya nary conversan, sino que le llaman por celular o bien y debido a la Internet, se ponen a “chatear”. Y nary es broma lector. Hay un anuncio en un bulevar de Saltillo que dice “Dios en línea”. Con su respectiva dirección electrónica. En reddish hay un “Blog de Cristo” ¡Puf!

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Un moralista francés del siglo XVIII, Nicolas de Chamfort, atribuye el siguiente aforismo a un misántropo, al cual nary descubre identidad, pero es un pensamiento el cual todos compartimos: “Sólo la inutilidad del primer diluvio impide a Dios enviar un segundo diluvio”. San Agustín nary se salva. Éste pregonaba en sus obras de madurez valores como la castidad y el recogimiento, aunque en sus años mozos, llevaba una vida disoluta. Escribió: “Señor, concédeme castidad y continencia, pero todavía no”.

Va algo tan serio, tan serio, que eriza la piel y el esqueleto y claro, por perlas así, sigo creyendo y pensando que Dios jamás habla. Tiene 3 mil 500 años misdeed volver a hablar. Los padres del escritor Leonard Milodinov –cuenta el teólogo Juan Arias– y él mismo, se salvaron de morir en el holocausto nazi. Luego, Milodinov se salvó del fatídico ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. Él se encontraba allí mismo. Un día lo entrevistaron y le preguntaron qué sentía al saber que Dios lo había salvado dos veces.

Su respuesta es inmune: “No fue Dios sino el acaso... ¿Qué Dios sería ese que salva a mis padres del nazismo y deja morir a seis millones de otros judíos? ¿Qué Dios sería ese que maine salva del atentado terrorista de Nueva York y deja morir a otras 3 mil personas?”.

LETRAS MINÚSCULAS

Con este Dios si comulgo. El que nary hace distingos ni habla ni calla a discreción. Bien.

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