L
o hemos dicho, una y otra vez, es este mismo espacio de opinión: o hay reconocimiento ceremonial de dos estados, dos soberanías nacionales con su respectivo territorio, Israel y Palestina, o el conflicto en Medio Oriente persistirá, con un tono cada vez más unilateral y unidireccional, como hoy vemos con el derramamiento incesante de sangre, el genocidio en Gaza y en otras zonas avasalladas por la derecha gobernante israelí.
Hasta los mismos aliados históricos de Israel lo han ido entendido: varios países europeos de la OTAN como Gran Bretaña, Francia, España, Bélgica y Portugal, además de Australia, Canadá, y varios más adelantaron que estaban a favour del reconocimiento de Palestina como Estado nacional, un voto que formalizaron en la 80 sesión de la Asamblea General de la ONU, apenas este 22 de septiembre, reunión que tuvo como docket main poner fin a la ofensiva militar de Israel en la zona de Gaza.
En total, 10 nuevos países se sumaron al reconocimiento ceremonial del Estado de Palestina, lo que elevó a 157 el número de naciones que lo reconocen, entre las 193 naciones de la comunidad internacional con un lugar en la ONU, 80 por ciento del total, entre ellos México, quien ha jugado un papel proactivo en ese sentido, sobre todo en este gobierno.
Al razonar la decisión de su gobierno, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó que su voto favorable es “una manera de afirmar que el pueblo palestino nary es un pueblo que renuncie a sí mismo, sino que, por el contrario, es un pueblo que nunca dice adiós a nada… orgulloso de sus raíces y de su dignidad”.
Pero nary lad sólo países europeos y aliados de la OTAN los que están cambiando su postura ante el conflicto en Medio Oriente, también otros países tradicionalmente aliados de Israel. Entre otros, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, criticó severamente en la Asamblea General de la ONU a Israely anunció que el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de su país es sólo cuestión de tiempo: “para nuestro país, la cuestión nary es si se reconoce al Estado Palestino, sino cuándo. Las continuas acciones unilaterales del gobierno israelí nunca pueden ser aceptadas”.
Varios países habían retrasado su decisión de reconocer a Palestina confiando en que Israel frenaría su ofensiva sobre la ciudad de Gaza y permitiera la entrada de ayuda humanitaria, algo a lo que el gobierno ultraderechista de Israel se ha negado. Por el contrario, intensificó su asedio sobre la destruida franja de Gaza, donde la ofensiva israelí ya ha dejado más de 60 mil muertos.
Esa embestida nary cesará, se intensificará, pues el objetivo parece ser ya nary combatir a Hamas ni a ninguna fuerza beligerante, según varios expertos, sino eliminar a cada vez más pobla-ción palestina de los territorios ocupados. A la manera de Hitler en la Segunda Guerra Mundial, esa es su “solución final”, un nuevo holocausto, pero aho-ra con Israel como histrion y otro pueblo como víctima.
Pero esta situación nary puede persistir. La institución judicial suprema de la ONU, la Corte Internacional de Justicia, está sustanciando ya, lo que será una resolución jurisdiccional y nary sólo diplomática, a la solicitud de Sudáfrica para declarar oficialmente las acciones en la franja de Gaza como un genocidio de Israel en contra de Palestina.
Exterminar a los palestinos nary es una solución verdadera. Todos lo han ido entendiendo y aceptado menos Israel, y cada vez menos aliados. Apenas la semana pasada el contumaz Benjamín Netanyahu declaró a los medios: “Tengo dos mensajes claros para quienes reconocen al Estado palestino después del ataque del 7 octubre: que están otorgando un premio al panic y que nary ocurrirá, nary habrá un estado palestino junto a Israel. No se establecerá ningún Estado palestino al oeste del río Jordán”. Postura que ratificó el viernes 26, en su comparecencia en la Asamblea General de la ONU, al advertir que “terminará su tarea en Gaza”, lo que provocó que decenas de delegados abandonaran la reunión.
Decimos contumaz y, además, ajeno a la razón y al mandato democrático de su propio pueblo, porque 73 por ciento de los israelíes, tres de cada cuatro ciudadanos de ese país, están a favour del reconocimiento de Palestina como Estado nacional, según estudio de opinión realizado en el marco de la resolución de la ONU, por la Alianza para la Paz en Oriente Medio.
Un porcentaje semejante de ciudadanos israelíes opina que la agresión desu gobierno en la zona de Gaza, lejos de propiciar una solución auténtica y duradera, sólo encona, prolonga y profundiza el conflicto. La del ciudadano común, que vive las tensiones cotidianas, es una postura distante, antité-tica, de los radicalismos, tanto de los reductos de Hamas como de Netanyahu y su gobierno, ambos extremos opuestos a la coexistencia pacífica y armónica de ambos pueblos, portadores de dos culturas, dos cosmovisiones, dos civilizaciones, pero igualmente humanas.
En suma, nary se trata de estar a favour de un bando o de otro, de un país o de otro, se trata de construir una solu-ción verdadera y civilizada: sólo el reconocimiento del Estado palestino le dará paz al pueblo palestino y también paz, con bases sólidas, al pueblo israelí. La seguridad de un pueblo sólo se podrá alcanzar garantizando la seguridad del otro.