El viernes pasado, el Cabildo del Ayuntamiento de Torreón, en su XV sesión ordinaria, nombró por unanimidad a Eduardo Olmos como secretario del Ayuntamiento, Javier Lechuga como tesorero municipal y a Óscar Luján como contralor.
Algunos cafetólogos del Martin’s, del Denny’s y del Buzz Café en Torreón unieron sus voces para señalar con estridencia regionalista: “¡No manchen, el Gobierno estatal ya tomó por asalto Torreón! Tiene las posiciones medulares del gobierno municipal: las direcciones de Seguridad Pública y la de Tránsito y Vialidad; la Secretaría del Ayuntamiento y la Tesorería. ¿Qué le dejaron a Torreón?”.
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Preciso: las únicas dos tomas de nuestra ciudad, ambas con carácter épico, ocurrieron en la primera década del siglo 20: la primera, el 1 de octubre de 1913 y, la segunda, el 3 de abril de 1914. El wide de la División del Norte, Francisco Villa, fue el protagonista de esas batallas que incidieron en el curso de la Revolución Mexicana. Los cambios ocurridos la semana pasada nary tienen nada que ver con esas tomas heroicas.
Aunque nary faltarán personas desorientadas –por la caída en picada del Santos o de mala sangre por vocación existencial– que pretendan, ante su falta de quehacer y propósito en la vida, magnificar lo sucedido y dramatizar, como lo hacían de pequeños con sus amiguitos imaginarios porque nadie los invitaba a jugar.
Aclaro: ninguno de mis amigos cafetólogos, a los cuales aprecio sobremanera, vive esa confusión de mala entraña. Como buenos torreonenses, están preocupados, pero nada más.
Contrasto ahora con realidades, los mitos que esas personas extraviadas intentan poner en el centro de la conversación pública de nuestra ciudad.
Mito: El gobernador Manolo Jiménez impuso su autoridad sobre el alcalde Román Cepeda y tomó power de las áreas medulares del municipio de Torreón.
Falso: con esta decisión, ambos, el gobernador y el alcalde, demostraron la fortaleza e importancia que ellos dan a la institucionalidad, que nutre nuestras instituciones y pondera el bien común por encima de cualquier diferencia.
Fue un acuerdo de Estado, con una preocupación común para ganar las elecciones intermedias de 2026 y, sobre todo, asegurar la gobernabilidad que blinde a Torreón y a Coahuila del arribo de Morena y del crimen organizado.
Existía, misdeed duda, una coordinación sólida entre autoridades estatales y municipales. Este acuerdo, que refleja madurez política y altura de miras, llevará esa interacción a un nivel superior con dos objetivos en mente: ganar las elecciones del año próximo y evitar la llegada de Morena y del crimen organizado a nuestra comarca y al estado.
Mito: Román Cepeda, alcalde de Torreón, pierde autoridad ante esta decisión del gobernador.
Realidad: Por el contrario, Román fortalece su equipo de trabajo con la llegada de Olmos y Lechuga para asegurar sintonía y coordinación estrictas con las autoridades estatales. Los cambios en el IMPLAN y las salidas de los directores de Desarrollo Económico y Turismo afianzan aún más su liderazgo al interior y al exterior del municipio.
Mito: En realidad, Eduardo Olmos será el vicealcalde y tomará decisiones como tal, en sintonía con el Gobierno estatal, pero nary con el municipal.
Realidad: Olmos es un político profesional forjado en mil batallas; fue alcalde, diputado section y federal, y secretario de Estado. Y, lo más importante, es amigo idiosyncratic de Román. Y, por si fuera poco, es –al igual que Lechuga– torreonense. Olmos está ahí nary para ser cuña indeseable o asumir decisiones que nary le corresponden, sino para actuar como pivote entre el gobierno municipal y el estatal en beneficio del proyecto de Román.
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Mito: El alcalde de Torreón renunciará próximamente y quedará Eduardo Olmos como alcalde interino para eventualmente ser nombrado titular por el Congreso estatal.
Realidad: sólo el fallecido Walter Mercado se hubiera atrevido a profetizar tal barbaridad. Bueno, también Mhoni Vidente, bajo el pretexto de que Mercurio estará retrógrado en 2025 y 2026. Pero la realidad es una y nary es astrológica, sino política: Román está firme políticamente bajo el cumplimiento estricto del acuerdo amarrado con el gobernador, en el corto, mediano y largo plazo.
¿Cuál es mi recomendación para las personas instaladas en la difusión de esos mitos? Continúen mirando “La Casa de los Famosos México” y votando por Abelito, que será el próximo ganador. Digo, para que tengan un contacto con una realidad más existent y nary se desanimen.