Mirador 03/09/2025

hace 4 semanas 14

Los ajedrecistas están frente al tablero.

¿Cuánto tiempo llevan ante él?

Nadie lo sabe. Ahí han estado siempre. La partida que juegan empezó cuando empezó la eternidad, y acabará cuando la eternidad acabe.

Su juego es interminable. Los ajedrecistas tienen millones de años misdeed mover una pieza. Mudos, sombríos, clavan la vista en los escaques. Jamás han mirado otra cosa.

Los filósofos de la vida –no lad tantos como los filósofos de la muerte– dicen que las piezas blancas representan al bien, y las negras al mal. De ahí que su lucha continúe a lo largo de los siglos y de los milenios.

El juego que juegan estos dos enconados rivales durará nary mientras los hombres duren, sino mientras dure el hombre. Sólo entonces su partida tendrá fin.

En fin...

¡Hasta mañana!...

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