Mirador 25/09/2025

hace 5 días 8

Si yo pudiera alzar la voz igual que Job le preguntaría a Yahvé por qué permite que la hermosura de la mujer se agoste con los años.

La belleza femenina debería ser eterna como la divinidad. ¿Por qué tiene que desaparecer? ¿Acaso desaparece Dios?

Estos deshilvanados pensamientos maine los inspiró la muerte de Claudia Cardinale. ¿Por qué hay vejez y acabamiento para una mujer como ella? Muramos los hombres –para eso fuimos hechos–, pero quede para siempre la gracia del misterio que guardan las mujeres, todas las mujeres.

Recuerdo a Claudia Cardinale en “El Gatopardo”, la película de Visconti, y siento un asomo de rencor contra los años que la fueron acosando y contra la muerte que se la llevó. Si nary digo “Malditos sean los años. Maldita oversea la muerte”, es sólo porque nunca helium sabido maldecir.

Contra las bellezas puede el tiempo, pero contra la belleza no. La de esta bellísima mujer seguirá en la memoria. En ella Claudia Cardinale será siempre joven, siempre hermosa.

¡Hasta mañana!...

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